Por el Profr. José Luis Bobadilla Acosta, Taller de Historia de Tecate, A.C.

Las proposiciones de colonización mencionadas dieron lugar a la orden del rey de España, de 10 de julio de 1739, para formar una junta compuesta por el virrey, algunos oidores de la Real Audiencia y otros funcionarios, con cuyo acuerdo el virrey habría de elegir “La persona que se juzgare más apta para la expedición, dándole los auxilios y asistencias”.

Pedro de Cebrián y Agustín - Wikipedia, la enciclopedia libre
Pedro Cebrián Y Agustín, Conde Fuenclara

El virrey Pedro Cebrián y Agustín, conde Fuenclara (59) con el parecer de Bartolomé Ortiz de Casqueta y Ballesteros, I marqués de Altamira de Puebla, caballero de la Orden de Santiago, alférez mayor de Puebla, entonces auditor general de Guerra, el 3 de septiembre de 1746, designó al coronel José de Escandón y Helguera (46) como su lugarteniente en la costa del Seno Mexicano para proceder a la colonización, habida cuenta de sus méritos políticos y militares al servicio del rey en la pacificación de la Sierra Gorda.

Miguel José de Azanza

Para aumentar la población de California, el virrey don Miguel José de Azanza (54) dispone el 17 de mayo de 1799, mandar niños del hospicio a esos lugares.

El sistema que se denominó de “Empresario” estaba amparado en la Ley de Colonización de marzo 24 de 1825, que permitía a los americanos colonizar Coahuila y Texas.

Juan Lorenzo Bruno Bandini Blancas

Debido a su solicitud, el 4 de diciembre de 1845, se le entregaron a Juan Lorenzo Bruno Bandini Blancas (45) cuatro sitios de ganado mayor en el rancho de Guadalupe, uno de los más fértiles de La Frontera.

Ante esta inesperada respuesta, los ingleses tratan de no perder lo que habían invertido y ceden sus supuestos, derechos al americano Louis Hargous. La cesión se realiza el 5 de febrero de 1849 e inmediatamente Hargous forma una compañía que se encargaría de colonizar y construir el ferrocarril.

En 1855, Oñate calculó la población en 372 habitantes, Ulises Urbano Lassépas, “Historia de la Colonización de la Baja California”, SEP-UABC, Colección Baja California: “Nuestra Historia”, vol. 8, p. 113; José Matías Moreno “Descripción del Partido Norte de la Baja California”, 1861, Introducción y Notas de David Piñera Ramírez y Jorge Martínez Zepeda.

Si se considera que más o menos la mitad de esta población la formaban menores de edad, podemos advertir que, a excepción de los indígenas que se concentraban en comunidades alejadas del resto de la población no indígena, la mayor parte del norte de la Baja California estaba casi deshabitada.

José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos

En Paris, Plotino Rhodakanaty (28) conoció -se dice que por medio de un amigo mexicano- el decreto del 1 de febrero de 1856 del presidente José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos (44), que permitía a los extranjeros avecindados en México hacerse de fincas urbanas o rurales, otorgándoles derechos de naturalización, lo cual regulaba la colonización.

El decreto del 9 de octubre de 1856 hace mención que la ley de desamortización su principal objeto fue favorecer a las clases más desvalidas pero los arrendatarios no han podido adjudicarle los terrenos por la falta de recursos o bien por las trabas que les ha puesto la codicia de algunos especuladores. *

* Ulises Urbano Lassépas, “Historia de la Colonización de la Baja California y Decreto del 10 de marzo de 1857”, Mexicali, SEP-UABC, 1995 (Colección Baja California: “Nuestra Historia”, núm. 8), página 263.

TRES COLONIAS PROYECTADAS

  1. La primera corresponde a los establecimientos proyectados en la zona adquirida por la “Compañía Internacional Mexicana de Colonización”;
  2. La segunda a la Colonia de Tecate, ubicada en la línea divisoria de México y Estados Unidos, que debe su origen a las leyes del 14 de marzo de 1861 y 14 de diciembre de 1874, y
  3. La tercera, la colonia minera que maneja la compañía francesa denominada “El Boleo”, situada en el puerto de Santa Rosalía.

Promulgación de la Ley del 20 de julio de 1863, la cual, al tratar de promover la colonización, fomentó los denuncios de tierras.

Sebastián Lerdo de Tejada y Corral

El 31 de mayo de 1875, siendo presidente de la República Sebastián Lerdo de Tejada y Corral (52), se promulgó una nueva ley de colonización, sobre la que es necesario hacer breves consideraciones, pues, aunque en general sus objetivos no llegaron a realizarse a cabalidad, en el caso particular de Baja California con base en ella se otorgaron algunos títulos de terrenos baldíos.

En lo concerniente al apellido Andrade, cabe destacar que Guillermo Andrade (1829-1905), único mexicano que por aquellos días se esfuerza por hacer trabajo de colonización en el Desierto del Colorado –fundando la Colonia Lerdo unido a Thomas Blythe–, consigue un contrato de colonización otorgado por el gobierno porfirista, el 11 de enero de 1878.

El 6 de septiembre de 1879 se recibieron por la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria, por conducto del Sr. Lic. Cayetano Treviño, 46 títulos a los pobladores de la nueva colonia de Tecate.

El 15 de agosto de 1883, el gobierno federal expide una nueva Ley de Colonización de la Península de Baja California, otorgando enormes prerrogativas a empresas o individuos como: Luis Hüler, Adolfo Büler, Pablo Macedo y Flores, Hale y Cía.

Los propietarios con títulos fundadores de Tecate fueron, por lo tanto: José de Gracia Félix, Jesús Demara, Jesús Félix, Ambrosio González, Teófilo Noris, Juan de Dios Ortega, Pablo Ortega y Valdez, Pedro Ortega, Ramón Sánchez, Jesús Valencia, Joaquín Verdugo y Josefa de Villagrana, en quienes está la sangre y raíz fundadora de esta ciudad, sin olvidar, desde luego, a los indígenas de la región y a quienes les antecedieron en la colonización.

El 15 de diciembre de 1883, se vota la Ley de Deslinde de Terrenos Baldíos y de Colonización.

De acuerdo con esta ley, se facultó al ejecutivo para que autorizara a compañías para que deslindaran terrenos baldíos y en compensación recibieran en propiedad una tercera parte de dichas superficies.

Posteriormente, en un documento fechado en Ensenada el 18 de enero de 1886 por el Juez de Distrito Lauro Suárez Torrenz, se señala que: “Vistos los planos y memorias presentadas por el Ing. Guillermo Denton y la protesta y ratificación otorgada por este señor […] (son particulares) los terrenos situados en la Colonia Tecate de los ciudadanos: Francisco Aldama, Loreto Álvarez, J. de Gracia Félix, Jesús Demara, Jesús Félix, Juan de Dios Ortega, Pablo B. Ortega, Timoteo Ortega, Antonio Romo y Ramón Sánchez,  que son de propiedad particular […]”.

Manuel Sánchez Facio “Informe Relativo a la Visita de Inspección Practicada a las Colonias Establecidas en el Territorio de la Baja California”, en “La Controversia Acerca de la Política de Colonización en Baja California”, México, SEP/UABC, 1997, páginas 238-239.

Con este complot (Apoderamiento de la península y anexarla a los Estados Unidos), el 12 de enero de 1888, la asociación de la “Compañía Internacional” desacreditó a la empresa “Hanbury y Garvey” y también perjudica sus planes para el desarrollo y la colonización de la región.

El 11 de mayo de 1889, la “Compañía Internacional” cedió todas sus propiedades al grupo de accionistas ingleses.

La compañía estadounidense “Internacional de México”, vende a la compañía inglesa “Mexicana de Terrenos y Colonización”, la concesión para comprar y colonizar terrenos de B.C. entre paralelos 29° y 32° de latitud norte (1889).

Jorge Martínez Zepeda

Propuesta presentada por Jorge Martínez Zepeda, octubre de 1892 (Sin día determinado) con base en el plano de octubre de 1892 de la Colonia de Tecate y el censo levantado en la Colonia Agrícola de Tecate, el 27 de noviembre de 1892, con miras a formar un padrón electoral. El total de habitantes fue de 229 (125 eran adultos y 104 niños menores de 15 años). Aquí detectamos 36 familias tecatenses y a 39 integrantes de la colonia agrícola, según el plano de 1892. Las familias son: Arguilés, Béjar, Caperon, Carmelo, Castro, Contreras, Cota, Chávez, Demara, Díaz, Downey, Espinosa, Federico, Félix, Flores, Gallego, González, Gortari, Grijalva, León, López, Martínez, Monje, Morales, Murrieta, Ortega, Salazar, Samaniego, Sandoval, Silva, Soto, Valencia, Valenzuela y Villagrana.*

*Ver Jorge Martínez Zepeda, “Tecate: Fuentes Históricas y Criterios Sobre su Fundación”, ponencia presentada durante el II Simposio de Historia de Tecate, el 15 de julio de 1990.

En “El Progresista”, semanario que se publicó durante 1903-1904, aparece una nota con fecha de 7 de junio de 1903, donde se asegura: “Se pensó en la colonización […] y sea por errores del sistema, sea por dificultades imprevistas, o por falta de empeño administrativo, la idea de colonizar el Distrito se ahogó en la cuna de su entusiasmo y se perdió por fin en los campos de un olvido abrumador”.

Al mismo tiempo que “La Pescadora”, el 12 de mayo de 1909, logró la fusión de sus concesiones, la “Compañía Mexicana de Terrenos y Colonización” vendió a Aurelio Sandoval por 8,000 pesos los derechos que tenía para explotar los depósitos de guano, fosfato y sulfato de cal existentes en la península.

La aprobación del decreto agrario del 2 de agosto de 1923 por parte del presidente Álvaro Obregón (43), que garantizaba a los ciudadanos mexicanos desposeídos de tierras la posibilidad de reclamar el derecho a terrenos baldíos, nacionales y ociosos, desató conflictos por la tenencia de la tierra en las zonas rurales de mayor productividad, situación que afectó las parcelas cultivadas de los colonos rusos.

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*  

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